El camino

Cada uno afrontamos los viajes de forma distinta y desde diferentes parámetros; cada uno somos un mundo, con vivencias, credos, añoranzas y gustos … muy diferentes y, en consecuencia, lo que cada uno pretende de un viaje es una experiencia muy íntima y personal. Así que aquí tan solo puedo exponer mis ideas derivadas de mis experiencias para que puedan servir, o no, en la programación de vuestros viajes.

En una ocasión coincidimos en una casa “airbnb”, que pertenecía a un campesino noruego casado con una rusa en Molde Noruega, una familia de 4 personas chinas, una pareja de moteros portugueses e yo furgonauta. A la hora del primer desayuno coincidimos todos y cada uno preparaba el suyo. Los chinos nada de inglés, vaya por delante que el mío apenas me sirve para leves indicaciones, los portugueses si lo dominaban a perfección puesto que nuestros vecinos portugueses llevan años estudiando idiomas desde la primaria, y los noruegos entendían el inglés.

A través del lenguaje universal de los gestos y las risas nos podíamos comunicar con los chinos, aunque solo fuera para intercambiar sitios en un mapa de papel y manjares; mi provisión de frutos secos hizo furor en la tribu china y noruega y lo que se destinaba a complemento alimentario para un mes, voló de seguida.

Noruega. Foto ADIAS

Los chinos eran una familia de clase media, gente que rozaba los 40 con una pareja de hijos jóvenes, viviendo en china y haciendo turismo por noruega durante un mes. Ya solo el desayuno personalizado era un espectáculo. Ver los previos de una familia china de clase media y la posterior deglución fueron muy interesantes e instructivos y por supuesto que nuestros frutos secos les sentaron de maravilla. El padre se hacía acompañar de una libreta y me pidió que apuntase, detalladamente, los nombres en castellano de cada fruto; almendras, nueces, pasas corintos, higos secos…

Luego pasamos a detallar en el mapa los sitios que creíamos interesantes y por los cuales ya habíamos pasado o estaban pendientes, y en alguna ocasión coincidíamos con los visitados por los chinos o bien en las recomendaciones de los noruegos, pero con los portugueses estos preguntaban y tomaban nota. ¿habéis pasado por la carretera de la muerte? … ¿Qué es? ¿Dónde está? … pues aquí cerca, a 50Km … Estaba claro que los chinos lo querían verlo todo y cuanto más interesante mejor. En cambio, para los portugueses su objetivo era Cap. North en moto.

Ruta por la carretera de la muerte

Al día siguiente a las 6:00 me pongo en marcha y en plena Atlantic Ocean Road, paro en el saliente memorial de la carretera para hacer las fotos y al rato llegan los portugueses… Bajan, lo miran, se despiden y marchan. Estaba claro que lo suyo eran los km y el cabo norte. En el memorial hay un pequeño trayecto a pie para que puedas ver la carretera desde diferentes perspectivas… allá descubrí el cangrejo mutante, saliendo de su agujero y tratando de tragar toda la belleza que le envolataba.

Cangrejo Mutante en los mares de Noruega. Foto ADIAS

Los idiomas son importantes en un viaje, pero no fundamentales, sirva de ejemplo la familia china que no entendían lo más mínimo del inglés y no obstante habían alquilado un coche para viajar por toda noruega durante un mes.

En Noruega me hice con una app de traducción simultánea que me funcionó a perfección. Me había resistido a ello ya que pretendía que, usando mi parco inglés, me daría la oportunidad de perfeccionarlo y, de paso, aprender algo del terrible noruego.

Fue en un restaurante donde pretendía pedir una botella de agua con gas… Water with gas… please… pero el camarero me miraba estupefacto; me asombré al observar la tan estupefacta cara del camarero ante mi alarde de creatividad lingüística … le seguía repitiendo, con señales … agua con gas … hombre … pero el asombro iba en aumento hasta que alguien me informó que gas significaba gasolina… debería pedir “carbonated wáter” …

En Portugal pedí un café con hielo i me trajeron un vaso de agua con cubitos y una café y cuando hacia la mezcla el camarero me miraba estupefacto y con aire de quien estaba viendo comer a un sapo; claro que en Portugal mezclar su estupendo café con cubitos de hielo constituya casi un insulto.

Así que me decidí por la app de traducción simultánea, limitándola a situaciones críticas… No quería volver a pedir agua con gasoil no fuera que me confundieran con algún militante de alcaida …

Planning

Previamente a cualquier acción trato de informarme sobre el país y especialmente, sobre los temas que me interesan; paisaje, cultura, historia… Luego paso a detallar la ruta usando google maps y anotando los puntos que pretendo visitar, para lo cual detallo mis etapas.

Una vez lograda la ruta, trato de calcular los costes aproximados; litros de gasoil, precio de los campings, alimentación … y luego comparo los resultados finales con lo verdaderamente disponible… toca recortar.

Claro que me gustan los museos, pero las entradas suelen ser impactantes en mi parco presupuesto. Así que, como fotógrafo vagabundo, trato de retratar momentos, y visiones que me comuniquen algo, impacten o que me agraden y evito los gastos que mayor incidencia y menos interés tienen para mí.

Lofoten, Noruega. Foto ADIAS

Lo confieso … yo soy más bien de campo. Las ciudades … pasable. Claro que, estando en un país tratando de conocer su idiosincrasia y cultura, evitar sus ciudades es un verdadero atropello; no tiene mucho sentido hacer un largo viaje para luego limitarse a ver un paisaje … a menos que esperes ver aparecer un ovni o un dinosaurio… hay que ver cómo viven las personas, como se relacionan, como se organizan o como resuelven los problemas del medio y especialmente, como lo hacen ante tu…

Tampoco es buena solución andar en furgo por las ciudades más si son de un país diferente. Así que opto por hacer “Campo Base” en algún camping o hotel de bajo coste y luego recorrer toda la ciudad a pie o vía transportes públicos; para mí constituye la mejor forma de conocer una ciudad y país, además de evitar el stress y el gasto del aparcamiento.

Habitualmente, el día de llegada, me dedico a aposentar; sea hotel camping o casa, trato de dejar bien aparcado el vehículo, o reviso, reviso mis equipos fotográficos, las notas sobra la zona, los transportes públicos existentes, las rutas programadas desde este punto, la botella de agua y preparo un sándwich y al día siguiente, a primerísima hora, empieza mi excursión por la ciudad.

Con un día o dos vagabundeando por la ciudad tengo suficiente. Luego me encamino hacia las pequeñas rutas que previamente dibujé al abasto de esta etapa y para ello si utilizo la furgo. Terminadas, pongo camino hacia la nueva etapa que puede ser tanto una ciudad, pueblo, camping o casa… en todo caso será una zona en donde aparcaré y desde allá ampliaré mis visitas.

Campo Base

“Campo Base” es para mí fundamental, la primera toma de contacto con la zona que voy a visitar. Viajar impone también estar atento a tu vehículo, revisar tus pertrechos, organizar tus fotos y planos… Recuerdo una ocasión en la que salí del “Campo Base” hacia las Lofoten; un camping en medio de un bosque sería mi Campo Base. En el trayecto un paisaje alucinante. El día anterior apenas había dormido, pero a diferencia de las paradas anteriores en aquella no revisé nada… Comer, revisar por alto la ruta y meterme en la cama. En el transcurso del viaje hice más de 200 fotos… la carretera era una maravilla y los paisajes pura obra de arte.

Ruta por las Lofoten, Noruega. Foto ADIAS

Después de casi unos 200Km por fiordos llego al campo base de las lofoten. Me aposento y preparo para la cena y revisión de los equipos … que disgusto … con el movimiento había entrado algo de polvo en mi Nikon D4, una camera profesional que me acompaña casi siempre, y todas las fotos estaban manchadas con varios puntos negros… mierda …

La única solución volver hacia atrás, pero esa era una opción que no quería repetir. Otra vez seria … ahora tocaba Lofoten. Hay que revisar concienzudamente los equipos en las etapas.

Noruega. Foto Adias

Viajar también es intercambio de pareceres, conocimiento de nuevas personas, nuevas culturas, hacer amigos y para ello nada mejor que los campings. Claro que la furgo la puedes parar en cualquier sitio especialmente si delante de ti tienes un cuadro paisajístico apabullante, pero para mí también es apabullante un buen lavabo o una buena ducha caliente, una buena charla al calor de la noche ante un café o té calientes al aire libre; esas sensaciones son favorecidas por los campings mientras que en un hotel te cierras en tu cubito habitación o bien bajas al hall para ver si encuentras alguien pero la mayoría de las veces eso es caro y difícil. Así que para mí la Etapa Camping (Campo Base) es el mejor de los placeres para un vagabundo furgonauta.

Noruega. Foto ADIAS