La fotografía constituye uno de mis pasatiempos favoritos. Después de mis estudios de fotografía, durante años impartí cursos a grupos de fotógrafos de mi ciudad; algunos han acabado trabajando como cameras en alguna cadena de TV lo cual me llena de orgullo.

Con el tiempo la vida me llevó por otros derroteros como la sociología, la electrónica y los sistemas de telecomunicaciones, la informática… La fotografía era cara; los negativos, las celebérrimas diapositivas de Kodak Ektachrome, el papel Ilford…. Todo ello materiales que encarecían sobradamente la fotografía. Si caro eran los soportes imprimirla ya era totalmente prohibitivo y más si requerías una calidad suprema.
La fotografía fue cambiando hasta que llegamos a la era digital; la inversión inicial era cara, pero reunía el aliciente de la impresión fácil y el archivo cuyos precios bajaban en picado. Ahora era mucha más fácil editar, cortar y pegar y archivar, lo que me llevó a probarla inicialmente con una camera Epson para luego cambiar a una Minolta (la marca que usaba en analógico).
Finalmente llegó la Nikon D2X un aparato muy caro pero que constituyó un hito histórico en la fotografía profesional y de calidad.
El accidente
Mis viejos negativos y diapositivas empezaban a acusar el paso del tiempo y el trajine de cambios de piso. Así que decidí poner remedio y digitalizarlos todos. Un largo y tedioso trabajo que requería ingente cantidad de tiempo y espacio de archivo digital.

De archivar en mi PC, algo extremadamente peligroso inclusive hoy en día debido a las averías del sistema operativo, virus, hackers etc., pasé a hacerlo en un servidor de red.Claro que ello requería copias de seguridad realizadas en cintas, pero la engañosa seguridad en el sistema acaba haciéndote olvidar las copias de seguridad… semana tras semana vas aplazando el tema hasta que te olvidas o te ocurre el imprevisto… y sí, me ocurrió a mí un profesional de la informática con años de experiencia. Durante una reparación un error – realización de un raid con caída de un SAI – me hizo perder toda esa cantidad ingente de recuerdos fotográficos y documentos y carecía de copia de seguridad (Backup) … Pasé tres días alucinando… ¿Cómo me podía ocurrir eso a mí?

Así que pasados los tres días desperté del absurdo. Era hora de volver a empezar ahora con nueva camera …la magnífica Nikon D2X.

La Fotografía
A mi modo de ver la fotografía es parte de la historia de uno mismo, un cajón de recuerdos en donde hurgo habitualmente algo más que una simple colección. En el mundo del coleccionismo cabe de todo; desde un coleccionador de bragas usadas hasta el coleccionado de diamantes una larga estirpe de coleccionadores abunda en cantidad infinita pero la fotografía, también objeto de coleccionismo, es para mí un baúl de mis recuerdos no una colección.

Sigo imprimiendo en formato A4 las que más me agradan y disfruto revisarlas periódicamente lo cual me lleva a revivir recuerdos especialmente el de los viajes.
Catástrofes
Recuerdo un amigo fotógrafo profesional que, al casarse su hija, realizó, el mismo, el reportaje de la boda. Su idea se expondría posteriormente en un CD distribuido por toda la familia. El hombre realizó unas 700 fotografías digitales en alta resolución. No solo sería un recuerdo para toda la vida, sino que debería constituir una prueba artística de un profesional avezado en el tema.
Pasados unos días a las 3 de la mañana me llama agobiado … una vez escogidas y tratadas convenientemente, mientras realizaba el CD el ordenador se apagó y no volvió a funcionar…
Un mega desastre en ciernes … Abierto el PC (un clónico – PC sin marca montado por informáticos) la fuente de alimentación había petado de forma catastrófica dejando el disco duro en un estado prácticamente irrecuperable. Gastados los cinco mil € en una empresa especializada en la recuperación de datos apenas pudo recuperar un 10% de las fotos…
O aquella que guardaba sus preciadas fotos en la nube hasta que un día sin explicación alguna, la nube desapareció del firmamento informático ¿y las fotos? O mi amigo fotógrafo de móvil con sus fotografías guardadas automáticamente en la nube del fabricante; una vez gastado un pastón en el móvil opta por guardar las fotos en la nube. Cuando decide recuperarlas se enfrentó a una historia catastrófica…
A lo largo de mi existencia anécdotas similares mil y casi siempre con gran pérdida…
El Archivo

Archivar las fotos digitales en formato profesional – Nef o Raw o simplemente en Tiff– así como documentos diversos requiere un espacio en disco importante e, igualmente importante, la adopción de un sistema de copias de seguridad. En mi caso y después de haber sufrido el desastre y vivido multitud de desastres ajenos he optado por el archivo en un NAS.
El NAS es un equipo informático de los más seguros y estables. En su versión más sencilla se trata de una caja no mayor que media caja de zapatos con dos discos funcionando en raid 1; de esta forma, si se avería un disco, el otro sigue funcionando sin que pierdas ninguna información. Una vez repuesto el disco averiado el raid vuelve a expandirse y todo ello sin la necesidad del dispendio en un sabio de informática.

Si tu información es demasiado extensa puedes optar por una Nas de cuatro discos con un Raid 5. En este caso – y a grueso modo para facilitar su comprensión – los tres primeros discos se transforman en uno solo (algo muy práctico porque para el usuario es un solo disco) y de esta forma, si se avería uno de los tres, no te preocupes porque sigues trabajando sin pérdida de información; una vez repuesto el disco averiado el raid vuelve a expandirse. Si utilizas el cuarto disco lo puedes poner como HotSpare; así, en caso de avería, tu disco averiado es automáticamente repuesto por el hotspare a la espera de que repongas el averiado y sigues accediendo a tu información y trabajando como si nada hubiese ocurrido. Tanto en uno como en el otro raid, ante una avería de un disco hay que reponer urgentemente el averiado.
Un Nas, inclusive uno de cuatro discos, está hoy en día 2023, al precio de un PC nuevo. La capacidad de archivo es ilimitada ya que el tamaño de los discos ha ido en crescendo mientras su precio sufre caídas constantes.

Pero el NAS, como cualquier otro equipo informático, sufre especialmente con los apagones; tu PC durante una tempestad puede sufrir un apagón súbito con la perdida de toda la información. Para evitarlo existe el SAI, un equipo que, al producirse el apagón, te permite el tiempo suficiente para apagar la maquina por el proceso habitual. Los hay que te permiten hacerlo automáticamente o bien con un tiempo de duración largo – te permite seguir trabajando durante algunos minutos mas pese a no haber corriente. El NAS requiere un SAI automático algo que hoy en día puedes conseguir por un importe de cincuenta €.

El NAS constituye hoy en día mi caja fuerte en donde guardo toda mi documentación, fotografías, Cd’s de música, Documentos, correo, etc. Está protegido por un SAI automático y cuenta con un Raid 5 y Hotspare. Con el tiempo añadí una segunda unidad que se conecta automáticamente una vez al mes y hace una copia de seguridad del primer NAS. Ambos están guardados en un armario en una parte de la casa a modo de trastero, bien refrescados y accedo vía wifi con lo cual mi preocupación por mis documentos ha dejado de existir. Actualiza su sistema operativo automáticamente y me avisa de cualquier incidencia vía e-mail.
En las últimas versiones incluye una web que me permite compartir mis fotos, documentos y música con mis amigos y familia vía internet. Constituye mi nube privada de alta seguridad, una caja negra de mi domicilio y familia.
